14 abril 2009

Tarde de hambre y besos.

Ya
sabremos
oler una
manzana
y una
copa
de buen
vino.
También
mirar
perderse
al sol
tras los
bosques
o ahogado
entre
el brillo
de la luna
y las olas
a la
distancia.
Ahora
somos
pobres
y falta
el gas
para cocinar.
o un pan
al desayuno.
Sin embrago
tengo tus
brazos
en mis ojos.
¿ Haz visto
el hambre
vidita mía¿
Vernos
a la luz
de las velas
podría
ser romántico
y calentar un te
en el fogón
un juego
de ternura.
Sin embrago
al fondo
duele
No es nuestra
la elección.
Son los
sueldos
de miseria
El corte
de luz.
Horas
de explotación.
Mañana
será
un pan
pero huele
y sabe
dulce
si son
tus manos
las que
sirven
la mesa
y tu
boca
besa mi boca…

Vuelos de mariposas.

Podía
venir
a buscar
tu vuelo.
Uno de alas
doradas.
Un nuevo
sueño.
Mi lengua
doblada
en tu boca.
Sin pedir
nada.
mecer
la flor,
rosarte
los pétalos.
Revolotear
silencioso
en la noche
de tus pechos.
Iluminar
las sombras
tú girando
en mi cabeza.
Caer
de alas
nostálgicas
y llegar
sin ser
suficiente.
Antes del
amanecer.
Mañana, quizás
las mariposas
surcaran
en su último
vuelo
y que seas
mía antes
de que sucumban.
Quiero
doblar
la mano
al universo.
Y que
vueles
por las galaxias.
Que seas
la libélula
eterna
Que no
desgaste
tus alas
el viento.
Que amanezca
mi pelvis entre
la transparencia
de tu vuelo
y que
dentro
de mis ojos
revolotees
como si
toda la luz
fueran
mis manos
y mi piel
lacerante
te cruce
de sur a norte.
Te buscare
para amarte.
Aunque
sea solo
un vuelo
leve o simple
Hare de la
primavera
la eternidad
y que
tus alas bellas
rodeen
mi vientre
para siempre.