12 mayo 2015

Fachadas, fachitos, fachosos



La ideología del modelo incorporado en el inconsciente colectivo de la juventud a propósito del patrimonio arquitectónico y cultural.


Todo gira en torno a la conveniencia económica al  costo y beneficio, al financiamiento, a las utilidades  en definitiva negocio rentable. Sorprende saber que los jóvenes de la FECH,  progresistas de izquierda, anarquistas antimodelo, jóvenes de la cultura universitaria que se supone son los más claros en relación a nuestra sociedad. Que ven hasta  con  presunción, arrogancia y desconocimiento  a otros sectores. Los jóvenes que han luchado por una educación digna, de calidad y gratuita pero que sin embargo en general como personas de esta sociedad, de este modelo caen en contradicciones tan aberrantes como estar  a favor de la  demolición de la ex Facultad de Química y Farmacias de la Universidad de Chile, una casona de principios del siglo XX, donde funcionó dicha facultad entre 1945 y 2013.  La iniciativa obligará a botar  la casona de arquitectura neoclásica. Arquitectos y ex alumnos de la U. de Chile han alzado la voz para evitar la demolición de la otrora facultad  ubicada en Avda.  Vicuña Mackenna 20.
Pareciera que por esta vez tanto estudiantes como autoridades coinciden pues desde la rectoría y sus autoridades están por tal proyecto modernizador, depredar, botar, demoler y sobre los escombros construir la nueva catedral de la música.  A este ritmo y con tal visión  propongo demoler la casa central de la Universidad de Chile, el Archivo Nacional y la Moneda,  total podrían hacerse construcciones mas contemporáneas y como dijo el vice rector que combinen ambas arquitecturas, dejar las fachadas y levantar costaneras center  en el Patio de los Naranjos.
No es casual esta lógica de pensamiento, después de décadas de ocupación del modelo neoliberal es difícil encontrar un pensamiento divergente, que o busque reconstruir el pasado o mire el futuro con una perspectiva solidaridad y no de competencia. Todo se mide desde lo racional, lo económico, lo que brinde ganancias solo monetarias o materiales. La cultura del Pub, el escenario entre copas y comida, la exposición de pinturas en el café, los nuevos Cafés Literarios son el ejemplo más concreto de este nuevo pensamiento.
Todo pasa bajo esta mirada del mercado, está en estudios la reincorporación de trenes al sur y los jóvenes economistas plantean sus dudas por la competitividad con el sistema de buses o aviones, no se piensa  en el bienestar social de tal proyecto, eso es secundario.
seria interesante decirles a los jóvenes que hubo un periodo de la historia de este país en que se publicaron mas volúmenes de libros que todos lo publicados en su historia incluyendo nuestra época, no importaba su costo, el fondo era su beneficio social y colectivo , un libro costaba menos que un kilo de pan, esa era la consigna, primeras ediciones de 75.000 libros, Gabriela Mistral en la colección Quimantu para todos con 100.000 libros, Manuel Rojas con 150.000 con segundas ediciones, era empoderar como se dice hoy a la gente de lectura al alcance y de calidad. Hoy si alguna editorial publica es bajo el concepto si se puede poner en el mercado con ganancias significativas.
Con este pensamiento se han arrasado los bosques nativos en el sur de Chile, se han secado los causes con los relaves de la minería, a bajo costo se construyen hidroeléctricas inundando miles de hectáreas, se extinguen especies en los océanos, etc, etc.
En esta lógica han crecido nuestros hijos, que den una lucha por educación gratuita es solo un hito contra el sistema, pero ellos están inmersos y serán los futuros usuarios, clientes, emprendedores del modelo. Hoy se quiere demoler un edificio patrimonial mañana una manzana, luego un estadio mientras la visión de progreso sea crear innovaciones, modernidad se irá sepultando la historia y la memoria.