18 junio 2015

Chile un país de fachadas o la demolición de la universidad.



Este país dejo de ser republicano, patrimonial o de costumbres pueblerinas desde hace unas cuantas décadas,  somos la herencia  del modelo impuesto por la dictadura y la derecha más recalcitrante de este chilito azulado.


Hoy nos hemos transformado en una cascara o fachada, Parlamento de fachada con un  edificio arquitectónico imponente con interiores de lujo, grandes oficinas, espaciosos pasillos donde  un cuerpo de funcionarios elegidos seudo democráticamente se pasean de corbata y Armani, que trabajan sin una horario determinado, que se autoreajustan los sueldos que representan  casi 20 veces el salario mínimo de un trabajador (a) en esta tierra alargada y desmembrada.
Es que dejamos de ser ardientes idealistas, melancólicos izquierdistas para convertirse en burócratas, como no, si  los sueldos de dirigentes rebeldes  se pusieron a la par con el mercado, hoy muchos se ubican  en directorios de empresas estatales, empresas privadas, consorcios, bancos, ONG, etc. Ni parlamentarios, ni dirigentes políticos son servidores públicos todo es una fachada donde detrás del muro se cocinan grandes negociados entre los Alianzistas, los Nea mayoría y los grandes capitales nacionales e internacionales, es decir, se  sirven del sector público.
Somos la fachada con cifras macroeconómicas estables donde un ABC1 gana 400 veces más que una   temporera, un vendedor de gasolineras o un asalariado del Quintil más bajo. Pero, para el mundo somos estables, emprendedores, a punto de salir del subdesarrollo, casi finalistas del mundial, casi finalistas de la copa América, casi, casi.
Que hacer en esta realidad tan dispar, crear fachadas y eso hace el rector de la Universidad de Chile, apoyado por su consejo, el ministro de cultura y muchos jóvenes que son producto y usuarios de este modelo. Fachadas de zapatillas de marca, fachadas de jeans de marca, autos de emprendedores, mientras la gran mayoría se debate entre la precariedad y nuestros abuelos y abuelas en la miseria de $80 mil pesos de pensión de gracia otorgada como un regalo por el estado y unas señoras de gobierno dicen que hay que agradecer esta pensión. Que mierda tienen en la cabeza pienso indignado.
Es que detrás de las fachadas de ese edificio del 1900, antigua Facultad de Química y Farmacia de la Universidad de Andrés Bello solo hay salas, bodegas, añejas historias y en su reemplazo se levantara majestuoso un proyecto arquitectónico moderno que albergada a la cultura aplastando la otrora cultura, la añeja, la de ayer, la de los abuelos Claudio Gay, Mariano Egaña y que se resecaron en los museos y bibliotecas de hojas de papel encuadernado.
Que diría don  Ignacio Domeyko profesor de esa casona ex Facultad de Química y Farmacia desde su casa patrimonial, facultad que caerá demolida bajo el peso intelectual mezquino de autoridades que ven el desarrollo bajo el modelo empresarial neoliberal. Modernismo sobre patrimonio.
Entonces pienso en un gran edificio vidriado que también albergue el patrimonio de la Universidad detrás de las fachadas o cascaras de la Casa Central o el Palacio de la Moneda sin patio de los Naranjos o salón rojo, pues un gran y moderno edificio crecerá tras su fachada para concentrar el poder en más altura.
Chile, país que se demuele y deja solo Fachadas o cascaras del pasado como si borrar la historia, el patrimonio, las aulas, los pasillos que congregaron nuestra historia fuera tan simple como pasar una retroexcavadora y borrón y cuenta nueva.

10 junio 2015

Giro en torno a ti










Solo quiero
saber de ti
y mis hijos
nuestros hijos.
Mis nietos
mi madre
mis hermanas
mis amigos.

Mi pueblo
mi América.
Los oprimidos
los encarcelados.
Esta multitud
esta humanidad.

Así estaré tranquilo.
Quiero saber
solo de ti.

Por que tu eres
el eje
donde mi planeta
gira y gira.

Algún día también
tendré tiempo
para mis enemigos
y discutiremos
entre huesos
y tumbas.
Por alguna utopía
aquella aun
desconocida.
Por ahora solo
estas tu
y gira mi vida
entre tus brazos.