30 abril 2006

Mientras nos convencen

Tu estabas lejos
en otros territorios.
Mientras yo veía
desmoronarse las torres.
Lloraban los neoyorkinos
por que era terrible
encontrar la guerra
en la entrada de Manhattan
en el livingde sus casas.
Caían bombas
que no eran bombas.
Explotaban vidas incrustadas
en medio del majestuoso progreso.
Mientras la bolsa de Tokio
ardía en alza por el petróleo,
el segundo avión
impactaba las torres
y las transnacionales
ganaban millones de dólares.
Los operadores
transpiraban extenuados
compraban y vendían.
Desde ventanas saltaban
hombres y mujeres.
Aplastados sucumbían
los voluntarios.
El fuego consumía las almas.
Algunos en directo
entre comercial y comercial,
sorprendidos,
estupefactos,
asombrados
seguíamos los acontecimientos
como si fuera el mundial de fútbol
frente a la pantalla.
El pipermeter rompía recores.
A los canales llamaban los agentes
Se adquirían los mejores segundos.
Entre explosión y explosión
mayor era la audiencia.
La gente consumía
pizzas y gaseosas.
El reparto a domicilio
y oficinas no daba abasto.
Taxis, motocicletas,
hombrecillos
corrían con combos-ofertas.
Los casinos quedaban vacíos.
La muerte en 28 pulgadas
era colosal,nítida.
Solo el viaje a la luna
causo tal revuelo.
Mientras tu estabas
en otros territorios.
Bebías mate y comías
sopaipillas con pebre.
Han pasado meses
y siguen cayendo bombas en los patios.
Harapientos y hambrientas bocas
alzan la vista para ver
como el progreso
en los super B-27
o el estratégico F-16
desparraman muerte
como si fuera una noche de juerga
y las granadas fuegos artificiales.
Bombas con grafitis,
noche de brujas en carnaval.
Ahora nos quieren convencer
que la muerte es necesaria.
Hay que aniquilar el terrorismo.
Es ofensivade la libertad,
la guerra santa.
A pasado un tiempo.
La hora de las noticias
bajo de ranking.
Ya, no es Manhattan o New York.
No es París o Londres.
Es la mierda,
un país de escombros
de hambrientos,
analfabetos antioccidentales.
Que la guerra tiene errores.
Que los terroristas
se ocultan en hospitales.
Tratan de convencerme
mientras frente al televisor
un niño descuartizado
dejo sus ojos pegados en el cielo.
El B-27 era colosal,
un ave mitológicamágica.
Y ahí quedó,
sin lágrimas, sonriendo.
Creyendo que eran
bolsas de arroz y confites.
Caramelos del mundo occidental.
Mientras tu compartías
con los Pehuenches
del Alto Bio-Bio y Ralco Lepoy.
Esos peñis alegres
que también mañana
verán como el progreso
inunda sus patios.
Y asfalta sus cementerios.
Por que los huincas
necesitan más kilovatios
para sus deslumbrantes
y oscuras ciudades.

1 comentario:

Anónimo dijo...

muy bueno los poemas y sobre todo la calidad grafica del blog , al compadre de arriba que no se meta si no le interesa este tipo de manifestaciones y que entienda que atras de estos poemas hay ideales, los cuales por los que luchamos, por nuestro pueblo, y por su existencia y dignidad...Fuerza Compañero Miguel