19 noviembre 2008

Vagabundos en las calles

Los mendigos
limpian con crema
su cuello
con papel nova
secan el sudor
seboso
del rostro.
En las ropas
ajadas
se huele
la miseria.
Ambos caminan
solos
y e la bolsa
plástica
del supermercado
llevan
los vestidos
de la vida.
Sollosa,
quizás
por hambre
puede también
por miedo
a los otros.
Los otros
nosotros
que evitamos
mirar
su negrura
su olor
a miseria
y damos unos pasos
evitando
los ojos
el contacto
para no ser
cómplices
o damos
unas monedas
para exculpar
nuestra
conciencia
y seguimos
camino al bar
tal ves
lea mis mejores
poemas
sobre la revolución
y nada,
nada
habrá
cambiado
fuera de mis ojos
y simplemente
querré
acostarme contigo
como
si las calles
fueran limpias
y mi cabeza
una mentira
mientras en la
plaza
dos mendigos
escarban
la vida
en un tacho
de basuras.