27 junio 2008

Homenaje a Salvador Allende

Recorres el mundo

La historia
no es la verdad.
Ahí eras en el balcón
solo con tu fusil.
Ya no saludabas
al pueblo.
El palacio
de gobierno
estaba asediado
Afuera estaban 120
tanques y tanquetas
disparando
al corazón
7.000 balas
de fusiles
perforaban
las paredes
y los mil
murales que
florecían
en el Mapocho.
Pilotos de guerra
en hoker hunter
disparaban
misiles
contra los
sueños de un pueblo.
La armada
frente al puerto
esperaba con las fragatas
y submarinos
la orden para atacar.
Si los miles
de soldados
que rodeaban
el palacio
fallaban
se iniciaba
una carga
en conjunto
por aire, tierra, mar.
Dicen
que estabas
parapetado
en el salón rojo
entre pájaros
y flores del Arrayán.
Que derribaron
con granadas las puertas
y asaltaron el salón.
Que ahí
estabas con el fusil
que te regalo Fidel
que Martí,
Recabarren
y el Che volaban
entre las paredes.
Frente al dintel
una treintena
de soldados atónitos
observaban
al oficial al mando
que con odio
e impotencia
miraba como
volaste tu cabeza.
pues no inclinaste
nunca tus rodillas
ante el traidor.
Y la bala
que perforo
tu imagen
Salvador
fue como
el big-bang
que inicio tu gloria.
Por que
hace un par
de días
la resistencia
etarra
conversaba
contigo.
Que estabas
flameando
en el viento
con los pobladores
de las tomas
para aferrarse
a la dignidad.
Usaban
un pañolín
con tu rostro
en la marcha
estudiantil.
Con el Che
te vieron
en Caracas.
Caias de agua
y sol
y son
en los cañaverales
de Cuba.
En Bolivia
los cocaleros
coreaban
Allende, Allende
contigo
y Evo
presidente..
Vienes en
las madrugadas
en el microbús
de los obreros.
En la hora
de la merienda
estabas
con las temporeras.
Estas en las rocas
que perfora
el minero.
Vas de lodo
y greda
en las manos
del artesano.
Se sumerge
y emerge tu rostro
en las negruras
del chinchorrero.
En la pala
acuosa
del acero se fundió
tu discurso final.
Mi abuelo llevaba
tu retrato escondido
en el maletín
de carpintero.
Sobre los techos
de Temuco
y las barricadas
Mapuches
vieron tu fusil.
Algunos
pretenden
hacernos creer
que has muerto.
Reniego,
los muertos
nuestros muertos
están
con nosotros
vivos ,
apuntando
tus balas
de rebeldía
esperando
el preciso instante
para reconstruir
la patria sudaca
La patria de tus sueños,
nuestros sueños.